La Basílica de Santa María la Mayor será la última morada del Papa Francisco
- Maynor Moncada Funez
- hace 55 minutos
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La Basílica de Santa María Mayor es una auténtica reliquia histórica. Es la única de las cuatro basílicas mayores de Roma (las otras tres son San Pedro, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros) que conserva intacta su planta paleocristiana, tal como fue construida en el siglo V, aunque posteriormente haya sufrido numerosos añadidos.

Su historia está ligada a una conocida leyenda, según la cual fue la misma Virgen María quien señaló el lugar donde quería que se construyera la basílica, haciendo caer una copiosa nevada sobre la colina del Esquilino en pleno mes de agosto. El Papa Liberio, en presencia de los fieles congregados ante el prodigio, habría trazado sobre la nieve el perímetro del edificio. Este es el origen de la advocación de la Virgen Blanca o Virgen de las nieves, muy difundida por todo el orbe.
En cualquier caso, lo que sí es seguro es que Santa María Mayor es el primer templo cristiano en todo el mundo que fue dedicado a la Virgen, y que su origen se remonta al Concilio de Éfeso (año 431). Este concilio sancionó que la Virgen podía ser llamada con propiedad "madre de Dios", y sobre este tema (la maternidad divina de María) gira toda la iconografía del templo.

Puntos de interés de la basílica
El gran tesoro de Santa María Mayor son los mosaicos paleocristianos del siglo V. El principal se encuentra en el Arco de triunfo, y contiene escenas de la vida de la Virgen y de Cristo niño.
También son de época romana los 27 pequeños paneles bajo las ventanas de la nave central, con escenas del Antiguo Testamento. El gran mosaico del ábside, en cambio, es ya de época medieval (siglo XIII).
La basílica albergó desde su inicio una Gruta de la Natividad, que recreaba el lugar del nacimiento de Cristo (del mismo modo que Santa Croce in Gerusalemme recreaba el Calvario). En el siglo VII se depositaron en esta gruta las famosas reliquias del Pesebre, traídas de Tierra Santa, que todavía se exponen en la cripta de la confesión, junto al altar.
Basílica de Santa María Mayor - plano.

En el plano adjunto están señalados los principales puntos de interés, ordenados por importancia según los colores: rojo, azul, verde y gris.
Mosaicos paleocristianos (siglo V).
Paneles pequeños, con mosaicos originarios también del mismo siglo V.
Mosaico del ábside (s.XIII), realizado por el gran maestro Jacopo Torriti.
Capilla Sforza, última obra diseñada por Miguel Ángel, muy apreciada por los críticos de arte debido a sus líneas arquitectónicas, que anticipan ya el estilo Barroco.
Capilla Sixtina (de Sixto V). Realizada a finales del Renacimiento en un estilo sobrerecargado.
Capilla Paulina (de Pablo V). Realizada 25 años después, con arquitectura gemela a la Sixtina, pero en estilo barroco. Es muy interesante hacer la comparación estilística entre ambas capillas gemelas: una tardorenacentista y otra ya en pleno barroco.
Pastor de Arnolfo di Cambio - Museo de Santa María Mayor
Reliquias del pesebre.
Tumba de Bernini, apenas visible, ubicada en el primer escalón del presbiterio.
Techo artesonado.

Según parece (no es del todo seguro), fue dorado con el primer oro traído de América, regalado por los Reyes Católicos al papa, cuando éste era Alejandro VI Borgia.
Acceso al Museo de la Basílica. Conserva un "nacimiento", obra de Arnolfo di Cambio (s. XIII), realizado para la antigua Gruta de las reliquias del pesebre. En la imagen adjunta puedes ver una de estas figuras: Rey Mago adorando al Niño.
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