Realizar actividad física para contrarrestar enfermedades
- Maynor Moncada Funez
- 21 feb
- 2 Min. de lectura
En un mundo donde el sedentarismo y la obesidad continúan en aumento, adoptar un estilo de vida activo se ha vuelto más importante que nunca. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre el impacto de la inactividad física, señalándola como el cuarto factor de riesgo de mortalidad a nivel mundial. Sin embargo, esta situación puede revertirse mediante cambios sencillos en el día a día, resaltando la importancia del esfuerzo físico regular como un pilar fundamental para el bienestar general.
Realizar ejercicio de manera constante no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora el estado de ánimo, reduce los síntomas de depresión y ansiedad, y potencia habilidades cognitivas como el pensamiento y el aprendizaje. Además, la actividad física fortalece el sistema cardiovascular, mejora la circulación sanguínea y disminuye significativamente el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Fomentar el ejercicio físico no requiere de grandes inversiones ni equipos preferidos. Actividades simples como caminar, bailar, practicar deportes o incluso dedicar tiempo a juegos activos en familia pueden marcar una gran diferencia en la salud. La clave está en mantener la constancia y disfrutar del proceso, lo que a su vez genera un impacto positivo en el bienestar emocional y mental.
Adoptar un estilo de vida activo no solo previene enfermedades, sino que también mejora la calidad de vida en general, iniciar cambios pequeños, como reducir el tiempo frente a pantallas o elegir las escaleras en lugar del ascensor, puede transformar radicalmente la salud. La actividad física es una herramienta poderosa para vivir plenamente y con energía, demostrando que el movimiento es vital para una vida sana y feliz.

Comments